Arturo Guerrero
El Colombiano, 15 de mayo de 2008
Un osado médico francés, que vive en Colombia desde hace doce años, acaba de proponer una metodología que sacaría a Colombia de su negra noche, en un período de veinte años. Además de su profesión, este hombre practica el yoga desde su juventud, ama a los caballos y por ello se comunica con los seres que no hablan, es especialista en la ciencia de la energía y del funcionamiento de los sistemas vivos.
Hace dos semanas lanzó en la Feria del Libro de Bogotá uno con un título provocador, que presentará en Medellín la semana entrante. Se llama "El plan matriota", lo publicó 'Temis' una editorial especializada en derecho, a pesar de que el tomo no tiene nada que ver con los abogados y sus otrosís. Muestra en la carátula una carta del tarot, despliega entre sus argumentos los miedos de los cuentos de hadas, y se apoya en autores tan fuera de duda como Víctor Hugo, André Malraux y Edgard Morin.
Con un rigor cartesiano ajustado a su nacionalidad y un fonendoscopio muy sensible aportado por su profesión, Xavier Etienne se aventuró a hacer el diagnóstico de la dolencia que postra a Colombia, siguiendo los pasos del método médico. Llegó así al siguiente galimatías: hemiplejía energética yin, es el nombre de nuestra enfermedad.
El país yace derrotado a causa de la parálisis de su mitad femenina, de modo que es urgente despertar esta fuerza capaz de transformarlo. No es un discurso feminista el de este compatriota de Florence Thomas. Es una convocatoria a levantar la potencia adormilada de la Bella, la cual domesticará a la Bestia, transmutándola sin destruirla.
El doctor Etienne, quien atiende consultorios paralelos en Medellín, Bogotá y Thionville, pequeña ciudad oriental francesa que hace un siglo era parte del imperio alemán, situada a 15 kilómetros de Luxemburgo, despliega en su libro las minucias de una metodología mediante la cual Colombia se convertiría en un crisol y laboratorio hacia la llegada de una edad de oro para el planeta.
Citando a un sicólogo colombiano, el autor muestra cómo "cuando los colombianos comprendan que la gloria inmarcesible y el júbilo inmortal están en el surco de dolores, el bien germinará". Él asegura haberlo logrado con sus pacientes y confía en extenderlo al país, pues "no hay diferencia entre un sistema complejo individual y uno colectivo".
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